HISTORIA

El origen de un sueño

«La felicidad está escondida en la sala de espera de la felicidad…»

El viaje a la felicidad, Eduardo Punset

Origen

Pago de Carraovejas es origen. Desde sus primeras nueve hectáreas nace este proyecto que aspira a convertir un sueño en una bodega referente dentro de la Ribera del Duero. El inicio de su trayectoria se remonta más de tres décadas, cuando nace Pago de Carraovejas como respuesta a la aspiración de José María Ruiz de conseguir un gran vino en una de las zonas con más potencial del momento.

La historia de José María y el mundo del vino tiene su punto de inicio unos años antes, en 1971, cuando acude como representante español al ‘Primer Concurso Mundial de Sumilleres’ celebrado en Milán. Aquella experiencia fue el germen de su deseo de poner en marcha su propio restaurante, junto con sus propios vinos. Cuando ya estaba plenamente dentro del mundo de la restauración desde la apertura en Segovia de su ya prestigioso Restaurante José María en 1982, seguía manteniendo su empeño por poner en marcha el proyecto de una pequeña bodega para poder ofrecer la mejor calidad en los vinos de su restaurante.

Así comienza la historia de Pago de Carraovejas, cuando en 1987 se asienta la bodega en Peñafiel, más concretamente en las laderas de Carraovejas. El enclave de estas primeras nueve hectáreas, elegido por ser un gran centro histórico de los vinos de la Ribera del Duero y una de las zonas con más futuro de los vinos de España debido a su situación, suelos y clima, es el arranque de un proyecto con ya más de treinta vendimias.

La primera añada, en 1991, de los apenas 70.000 kilos de las 25 primeras hectáreas en producción, marca el origen de Pago de Carraovejas.

José María y Pedro

«Hay hombres que luchan un día y son buenos, hay quienes luchan un año y son muy buenos, hay quienes luchan muchos años y son mejores…, pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles».

Bertolt Brecht
Pedro barricas

Segunda generación

El alcance de lo que fue un ambicioso sueño va superando, a lo largo de los años, enormemente las expectativas en sus inicios y es en 2007 cuando se inicia una nueva etapa con la incorporación de Pedro Ruiz al proyecto. El nuevo liderazgo llega con una fresca perspectiva empresarial que ante el exponencial crecimiento de Pago de Carraovejas, decide trazar nuevos retos en los ámbitos de la sostenibilidad, como criterio que debe guiar la actividad de la empresa; la innovación, como motor de desarrollo y progreso; o el enoturismo, como modo de abrir el proyecto a todos sus clientes con transparencia y honestidad.

Durante el liderazgo de Pedro Ruiz, la bodega, y su propia dirección, reciben diversos y prestigiosos reconocimientos por distintas instituciones públicas y privadas. Entre los premios a su desempeño en gestión destacan el de Familia Empresaria de Castilla y León en 2016 concedido por Empresa Familiar (EFCYL) o el de Empresario del Año en 2017, por la Facultad de Comercio de la Universidad de Valladolid; entre los ejemplos más recientes despuntan el VIII Premio Empresa Motor de la Cámara de Comercio de Valladolid (2018) o el reconocimiento a la Mejor Contribución al Desarrollo Socioeconómico de una zona en los XIII Premios Empresariales de Mercados del Vino (2020).

A estos se le suman otros reconocimientos al buen hacer en dirección de Recursos Humanos (2015) o de Calidad (2018), por la revista Castilla y León Económica. Gracias a su implicación con la Sostenibilidad y la Innovación, encontramos diversos galardones en el ámbito de la RSC, como el premio a Mejor PYME con Responsabilidad Social Corporativa por la Revista Emprendedores (2018); y en el campo del I+D+i, como el Premio Innovación en la VI edición de los Premios del Campo el Norte de Castilla (2019) o el nombramiento como Socio más Innovador según la Plataforma Tecnológica del Vino (2020).

La dirección de Pedro Ruiz supone, también, el comienzo de un nuevo camino que bajo el concepto de Alma Carraovejas tratará de buscar en diferentes rincones aquellos paisajes singulares que puedan completar este nuevo sueño de recuperar y cuidar legados singulares dentro del mundo vitivinícola para las futuras generaciones.

«El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te acomodes. Como con todo lo que es propio del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres».

Steve Jobs

Futuro

La filosofía de presente y futuro de Pago de Carraovejas parte de la idea de crear experiencias inolvidables en torno al vino, apostando por proyectos singulares en busca de un propósito superior, con el compromiso de construir un legado único.

Este fin es el que se ha ido perpetrando a lo largo de la historia de Pago de Carraovejas con sus diferentes proyectos en sintonía con Alma Carraovejas.

«El reto ahora es poder inspirarnos, cada día, para desarrollar productos y servicios auténticos, apoyándonos en una organización feliz y sostenible consigo misma y con su entorno, buscando la superación constante, para conseguir la máxima calidad mediante la innovación, obstinados en preservar la cultura propia de la organización y de las personas que la componen como un patrimonio.»

Siempre con la cabeza en las nubes y los pies en la tierra.

Pedro castillo